jueves, 12 de diciembre de 2013

32.- Antología poética; Carlos & Zyanya

Mi alma se parece al mar:
tiene olas y tempestades;
pero en sus profundidades
muchas perlas se han de hallar. 
Heinrich Heine


El beso de la Esfinge, Franz von Stuck, 1895

@CarlosAzar@ZyanyaMariana



El 7 de junio de 1843 Lotte Zimmer, hija del carpintero que cuidó a Hölderlin en su locura, escribía:

“Muy honorable Señor Consejero de la Corte: Tengo el honor de anunciaros la muy triste noticia de la muerte de vuestro señor hermano bienamado, que ocurrió sin dolor. Hacía algunos días que padecía catarro y habíamos advertido que estaba más débil que de costumbre. También fui a casa del Profesor Gmelin, que me dio una medicina para él. Por la noche aún había tocado el piano y vino a cenar con nosotros. Después se fue a acostar, pero se vio obligado a levantarse de nuevo en seguida y vino a decirme que no podía seguir en la cama de tanto miedo como tenía. Entonces yo procuré calmarle y ya no le dejé solo. Después de algunos minutos volvió a tomar su medicina, pero el miedo no hacía sino aumentar. Y el padre también estaba junto a él, igual que otro caballero que se preparaba a velar conmigo. Pero he aquí que murió, muy dulcemente, sin agonía por así decirlo. Mi madre también estaba a su lado. Realmente ninguno de nosotros suponía que iba a morir. Estábamos tan desconcertados que nos fue imposible llorar, y sin embargo hay que dar gracias al Señor una y mil veces porque no ha conocido el lecho del dolor y porque de entre los millares de gentes que mueren entre sufrimientos, a vuestro hermano bienamado le fue concedido morir tan sosegadamente. Esperando veros o recibir vuestras instrucciones, etc.”

El poeta había pasado los últimos años de su vida ausente; le llamaban loco. Había visto la belleza-terrible que Rilke menciona continuamente en su poesía. No era el único, cuatro años antes en 1839, Heinrich Heine la había convocado en forma de esfinge femenina y sus palabras habían inspirado al pintor von Stuck que la había convertido, poco después, en un beso. El umbral estaba en el aire y los románticos lo percibían como locura y destrucción. No es la única vía pero indudablemente algo de verdad hay en la propuesta pues los antiguos repiten que "despertar es una forma de morir". 

lderlin no sólo murió sin dolor, murió acompañado de la familia del carpintero y de su locura.  Como Ulises no quería ser nadie ni nada. Refunfuñando aceptaba firmar sus poemas con el nombre de Scardanelli.  Salía a caminar y disfrutaba de las estaciones. Tocaba el piano, comía, bebía y dormía.  En su locura sabía que el sentido de la existencia no son aquellas cosas por las que peleamos mezquina y cotidianamente sino el eterno regreso de la primavera acompañado de algo que palpita en el interior y se vincula al cosmos.  Algunos en occidente lo llaman alma.



Johan Christian Friedrich Hölderlin
Baden_Würtemberg-Tubinga(1770-1843)
Timbre circa 1993

Los poemas de la locura de Hölderlin están tomados del libro con el mismo título de editorial Hiperión.  Las traducciones al español son de Txaro Santoro y José María Alvárez.


  
VIDA MAS ELEVADA


Su vida escoge el hombre, su objetivo,

Gana libre de error sabiduría, pensamientos,

Recuerdos que perdiéronse en el mundo,

Y nada puede contrariar su valor íntimo.


El esplendor de la Naturaleza embellece sus días,
Otórgale su espíritu nuevas vestiduras
En su interior, y así contempla la verdad,
Y el más alto sentido, y las más singulares preguntas.

Puede así el hombre conocer entonces el sentido de la vida,
Nombrar su meta lo más alto, lo más elevado,
Saber que uno es el sentido de la humanidad y de la vida,
Considerar que el más alto sentido es la más noble vida.
Scardanelli.




HOEHERES LEBEN

Der Mensh erwählt sein Leben, sein Beschliessen,
Von Irrtum freí kennt Weisheit er, Gedanken,
Erinnerungen, die in der Welt versanken,
Und nichts kann ihm der innern Werth verdriessen.

Die prächtige Natur verschönet seine Tage,
Der Geist in ihm gewährt ihm neues Trachten
In seinem Innern offt, und das, die Wahrheit achten,
Und höhern Sinn, und manche seltne Frage.

Dann kann der Mensch des Lebens Sinn auch kennen,
Das Höchste seinem Zwek, das Herrlichste benennen,
Gemäss der Menschheit so des Lebens Welt betrachten,
Und hohen Sinn als höhres Leben achten.
Scardanelli.


EL SER DEL ESPÍRITU

No se oculta a los hombres el ser del Espíritu,
Y tal como la vida, la que los hombres encontraron,
Así el día de la vida, la mañana de la vida,
Como riqueza son las altas horas del Espíritu.

Que así de soberbia la Naturaleza se muestre
Es para que el hombre contemple semejante gozo,
Y al día, a la vida se confíe,
Anudando así su lazo con el Espíritu.


DES GEISTES WERDEN...

Des Geistes Werden ist den Menschen nicht verborgen,
Und wie das Leben ist, das Menschen sich gefunden,
Es ist des Lebens Tag, es ist des Lebens Morgen,
Wie Reichtum sind des Geistes hohe Stunden.

Wie die Natur sich dazu herrlich findet,
Ist, dass der Mensch nach solcher Freude schauet,
Wie er dem Tage sich, dem Leben sich vertrauet,
Wie er mit sich den Bund des Geistes bindet.



Timbre en conmemoración del 200 aniversario
del natalicio del poeta (1770_1843)Marzo 1990


LA PRIMAVERA

Brilla el sol, florecen los campos,
Floridos y suaves llegan los días,
Hasta el anochecer florece, y claros días
Descienden del cielo, donde los días nacen.

El año brota con sus estaciones
Lleno de gloria, y muchas son las fiestas,
El hacer diario de los hombre nace con nueva meta,
Siendo muchos los signos en el mundo, muchos los prodigios.
Humildemente Scardanelli.
24 de Abril 1839.


DER FRÜHLING

Die Sonne glänzt, es blühen die Gefilde,
Die Tage kommen blüthenreich und milde,
Der Abend blüht hinzu, und helle Tage gehen
Vom Himmel abwärts, wo die Tag' entstehen.
Das Jahr erscheint mit seinen Zeiten
Wie eine Pracht, wo Feste sich verbreiten,
Der Menschen Thätigkeit beginnt mit neuem Ziele,
So sind die Zeichen in der Welt, der Wunder viele.
Mit UnterthКnigkeit Scardanelli.
d. 24 April 1839.









Christian Johann Heinrich Heine
Düsseldorf, Alemania
(1797-1856)

Timbre conmemorativo de la DDR, 1972 




La Esfinge
(Traducción en verso Teodoro Llorente) 



Este es el viejo bosque aún hechizado:

los tilos aromáticos florecen;

para endulzar mi corazón hastiado

los rayos de la luna resplandecen.

Penetro en él con indecisa planta;
oigo  voz  melodiosa  en  las  alturas:
es el oculto ruiseñor, que canta
amores y amorosas desventuras.

Canta con melancólica alegría
tristes goces, pesares halagüeños,
y es tan dulce su voz, que al alma mía
vuelve otra vez los olvidados sueños.

Sin detener el pie, sigo adelante;
y surge entre los árboles obscuros
un alcázar tan alto y arrogante
que al cielo tocan los audaces muros.

Cerradas todas las ventanas miro;
y silencio tan hondo en él se advierte,
que parece ese lúgubre retiro
la mansión misteriosa de la Muerte.

A la puerta, una Esfinge: forma horrible
y bella al piar; amable y pavorosa:
el cuerpo y garras, de león temible,
el busto y seno, de mujer hermosa.

El ansioso deseo centellea
en sus inquietos ojos penetrantes;
sus rojos labios, que el deleite arquea,
sonríen satisfechos y triunfantes.

Y entona el ruiseñor tan dulce trino
que ya el impulso resistir no puedo,
y al besar aquel rostro peregrino,
en la traidora red prendido quedo.

La Esfinge sepulcral se agita y mueve;
respira el duro mármol y solloza;
cual vampiro voraz, mis besos bebe.
y en absorber toda mi sangre, goza

Sedienta  apura  mi vital aliento,
y me abrasa después de tal manera,
que en mis entrañas destrozadas siento.
las implacables garras de la fiera.

¡Dolor que embriaga! ¡Dicha que sofoca !
¡Sin límites las penas y los goces !
¡Néctar del cielo en su  incitante boca!
En su garra cruel ansias feroces!

Y canta el ruiseñor: «¡Hermosa Esfinge!
¡Oh soberano Amor! ¿Qué ley tirana
toda ventura que nos das restringe
y con  mortal  tribulación  la  hermana?»

Ese problema, que mi dicha trunca,
resuelve, Amor, causante de mis daños:
yo no he podido resolverlo nunca,
y estoy pensando en él millares de años.

Heinrich Heine

Prologo al libro de los cantares
Paris 20 de enero y 1839




Conmemoración en el 175 aniversario del poeta
Diciembre 1972

Diseño de imagen Karl Oskar Blase


Die Sphinx

Das ist der alte Märchenwald!
Es duftet die Lindenblüte!
Der wunderbare Morgenglanz
Bezaubert mein Gemüte.

Ich ging fürbaß, und wie ich ging,
Erklang es in der Höhe.
Das ist die Nachtigall, sie singt
Von Lieb' und Liebeswehe.


Sie singt von Lieb' und Liebesweh,Von Tränen und von Lachen,
Sie jubelt so traurig, sie schluchzet so froh,/
Vergessene Träume erwachen. -



Ich ging fürbaß, und wie ich ging,
Da sah ich vor mir liegen
Auf freiem Platz ein großes Schloß,
Die Giebel hoch aufstiegen.


Verschlossene Fenster, überall
Ein Schweigen und ein Trauern;
Es schien, als wohne der stille Tod
In diesen öden Mauern.


Dort vor dem Tor lag eine Sphinx,
Ein Zwitter von Schrecken und Lüsten,
Der Leib und die Tatzen wie ein Löw',
Ein Weib an Haupt und Brüsten.


Ein schönes Weib! Der weiße Blick,
Er sprach von wildem Begehren;
Die stummen Lippen wölbten sich
Und lächelten stilles Gewähren.


Die Nachtigall, sie sang so süß -
Ich konnt nicht widerstehen -
Und als ich küßte das holde Gesicht,
Da war's um mich geschehen.


Lebendig ward das Marmorbild,
Der Stein begann zu ächzen -
Sie trank meiner Küsse lodernde
Glut Mit Dürsten und mit Lechzen.


Sie trank mir fast den Odem aus -
Und endlich, wollustheischend,
Umschlang sie mich, meinen armen Leib/
Mit den Löwentatzen zerfleischend.


Entzückende Marter und wonniges Weh!/
Der Schmerz wie die Lust unermeßlich!
Derweilen des Mundes Kuß mich beglückt,/
Verwunden die Tatzen mich gräßlich.


Die Nachtigall sang: »O schöne Sphinx!/
O Liebe! was soll es bedeuten,
Daß du vermischest mit Todesqual
All deine Seligkeiten?


O schöne Sphinx! O löse mir
Das Rätsel, das wunderbare!
Ich hab darüber nachgedacht
Schon manche tausend Jahre.


Heinrich Heine

Buch der Lieder
Paris, den 20 Februar 1839








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