domingo, 18 de agosto de 2013

Crónicas futbolísticas de una neofita; LO QUE PASA EN LA CAMA PASA EN LA PLAZA

Zyanya Mariana

Nadie, nadie, se olvida.
El cielo, el mar, la lluvia lo recuerdan.

 

Cuju, actualmente

 



Nadie, nadie, se olvida.
El cielo, el mar, la lluvia lo recuerdan.
Las insignias.
Las doradas insignias, flores de los ojales,
cerradas, por ti abiertas.
No nadie, nadie, nadie,

nadie se olvida, Platko.
Ni el final: tu salida,
oso rubio de sangre,
desmayada bandera en hombros por el campo.
!Oh Platko, Platko, Platko
tú tan lejos de Hungría!
¿Que mar hubiera sido capaz de no llorarte?
Nadie, nadie se olvida,
no nadie, nadie, nadie.
Rafael Alberti


Fragmento de "Al gran oso rubio de Hungría"
Poema dedicado al arquero húngaro Franz Platko, 
quién terminó el partido, copa de España 1928, 
con un golpe en la cabeza







LO QUE PASA EN LA CAMA PASA EN LA PLAZA,
Crónicas futbolísticas de una neofita*
 

A mis alumnos del verano del 2010, y a mi vínculo con el fútbol

 
Yo siempre he sospechado del fútbol, quizás porque no entiendo. Han intentado explicarme, hombres de buena fe y con diferentes tonos, “el fuera de lugar, la posición adelantada y el tiempo extra”.  Sigo sin entender y, claro, sigo sospechando.  Lo he abordado desde diferentes perspectivas: la del discípulo (mi maestro Gabriel, quien me enseñó casi todo lo que yo sé del oficio de escribir, es un apasionado del balompié); la del maestro (mis alumnos lisonjeros han intentado todo para faltar a clase y ver los partidos sobretodo durante el verano que coincidió con el mundial 2010); la amorosa (mirarlo junto a un posible amor); la patriótica (cada 4 años gritándole al equipo tricolor) e incluso la del peregrino (he visitado, buscando fe, muchos estadios incluyendo la Bombonera del Boca Juniors en Buenos Aires).  Nada, absolutamente nada; sigo sin entender y sospecho.  Por supuesto que de mis pesquisas e intentos me han quedado algunas cosas que ahora quisiera referir.


Folk football


Harpastum Romano
Tres naciones europeas se disputan los antecedentes del fútbol: Francia con su Soule, Inglaterra con su folk football conocido también como fútbol de carnaval (para algunos soule del otro lado de la Mancha) e Italia con su calcio fiorentino.   ¡No sólo tienen el descaro de hacerse llamar viejo continente, además se asumen como los inventores de todo, incluso de la imprenta! Lo que produce el imperialismo...  En realidad los juegos de pelota han existido siempre, aparecen en casi todas las culturas; pensemos en el Episkyro Espartano, el Harpastum romano o el Cuju Chino.




Orígenes del fútbol,
Dinastía Han 2200 a.e.C
George Mead Moore
Aquí, del otro lado del Atlántico, también aparece la pelota; recordemos el mítico enfrentamiento relatado en el Popol Vuh cuando los héroes gemelos, Hunahpú e Ixbalanqué, derrotan al señor del inframundo, Xibalbá, en un juego que da origen al sol, la luna y el tiempo de los hombres de maíz. 
En todos los casos el hombre y la pelota rememoran viejos ritos donde lo mortal y finito lidia con el universo y lo sagrado.  
Por ello, en todas sus modalidades culturales, la pelota llega acompañada de reverberaciones bélicas o simbólicas donde el cuerpo juega a imponerse, sin embargo, sólo en el fútbol moderno subsiste un espíritu cristiano-apostólico y, en los últimos tiempos, una ética occidental y capitalista.



La pelota es el mundo, el aro el agujero negro que tira de la tierra, según la visión maya.
Cada vez que la pelota toca la cancha se recrea la victoria de la luz sobre la obscuridad.
En esta imagen 4 jóvenes guatemaltecos, a la usanza de Hunahpú e Ixbalanqué,
recrean en Quito Ecuador el juego de pelota maya


Es muy posible que el multitudinario fútbol que se jugaba el martes de carnaval durante la Edad Media, en las Islas británicas, tuviera elementos paganos; particularmente celtas. Es muy posible también, que antes del códice Cambridge, impuesto a mediados del siglo XIX, los obispos intentaran codificar entre sus alumnos el deporte carnavalesco.  Así limitaron cada equipo a 11 jugadores, eco de los doce apóstoles menos el traidor; un arbitro, que se quiere un Dios que todo ve y nunca se equivoca, y un balón representante del mundo disputado por dos equipos, las fuerzas del bien y del mal.




No es casual que el fútbol se arraigara en la Europa cristiana, se expandiera en las apéndices del cristianismo, sudamérica, y de ahí caminara hasta las zonas más paganas del continente al sur del río Bravo.  Luego se extendiera entre los protestantes y algunos países satélites, para desplegarse en las hijas culturales de China (el mundial de Corea-Japón para muestra) y finalmente concluyera su travesía en el continente olvidado, la inmensa y mal nombrada África.  Toda una expansión civilizatoria cual viaje al corazón de las tinieblas; una cristianización laica y futbolera.


Equipo de fútbol en Pachuca, 1900 y poco más.
Iniciaba el 1900 y los ingleses trajeron al continente los pastes (empanadas) y la pelota de fútbol. En Argentina las empanadas y la bombonera son parte de la identidad.  En México dos ciudades se disputan el origen del juego nacional: Pachuca y Orizaba. La tradición oral cuenta que técnicos y mineros ingleses de la compañía Real del Monte formaron el primer equipo.  Otra tradición insiste que desde 1890, en la fábrica textilera "el Yute" de Santa Gertrudis los obreros británicos en sus horas de descanso jugaban fútbol.  Lo comprobable es que fueron ingleses y escoceses quienes en 1901 cofundaron el Pachuca Athletic Club y poco después el Orizaba Athletic Club.  Les siguieron el Reforma A.C (considerado el mejor en su momento), el British Club y el México Cricket Club.     



Por supuesto que la estructura colonial del Imperio Inglés, y en menor medida del francés, ayudaron muchísimo a la FIFA.  Habría que añadir a la estructura colonial y política la neoliberal, alias globalización, pues ambas organizan el desempeño simbólico y comercial de la Eurocopa e incluso de los mundiales. Cómo no indignarse el día de la final España-Holanda 2010, cuando “los chilangos” llegaron enloquecidos a la Plaza de las Cibeles, diosa frigia, a festejar la victoria de “la madre patria”.


Personaje con pelota, pintura mural,
 Teotihuacán, Estado de México,
período clásico del III-VII d-e.C

Olvidaron, convenientemente, que antes de la caída de Tenochtitlán, hace 500 años, México tenía un esplendor civilizatorio de 30 siglos y una prístina domesticación del maíz; que hoy España y sus filiales, particularmente las bancarias, mantienen su salud financiera en razón del saqueo a la región llamada América Latina.  Una madre nunca saquearía a sus hijos... 

  
Matthias Sindelar, considerado en su momento
el "Mozart del fútbol".
Deslumbró en el mundial del 34,
de origen judío, se suicidó con su esposa
inhalando gas de la cocina en el 39.  
Yo sospecho del fútbol y muchas preguntas se me revuelven en la cabeza junto a las imágenes de la pelota blanquinegra y las piernas musculosas que se entrecruzan.  ¿Acaso nadie percibió que los holandeses, al jugar en el mundial de sudáfrica, estaban en casa?  ¿Que cada vez que los europeos salían a la cancha se escuchaba el eco de la voz de Mandela pidiendo el regreso de los huesos de Sara Baartman, la llamada Venus de Hotentote que incluso los científicos, en nombre del progreso, humillaron?  ¿Qué sería de los equipos europeos sin los sudacas, los mexicanos o los africanos?  ¿Y qué sería de los Bleus sin los jugadores magrebies?  Pienso siempre en ese poeta de la pelota que era Zinédine Zidane, el número 10.  
Zinédine, el bello, entrando a los 40

Ese hijo de inmigrantes argelinos que, según los que saben, juega como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos y quién en el 2006 cometió un acto poético.  Yo, que no sé nada y sospecho, lo miro deslumbrada cuando me entero que renunció al balón hecho de oro de Adidas (premio otorgado al mejor jugador del mundial según jueces de la FIFA), cuando al minuto 110 del partido final Francia-Italia, golpeó con su cabeza el torax del jugador italiano Marco Materazzi.

El cabezazo, Abdel Abdessemed, en Pompidou

Su acto, mediático y polémico, devino una escultura "Le coup de tête", el cabezazo, del artista, también de origen argelino, Abdel Abdessemed, se convirtió en la metáfora del hartazgo magrebí al racismo europeo.  En una entrevista a canal +, Zidane explicaría que Materazzi lo había ofendido durante todo el partido, hasta que lo colmó diciendo que su hermana era una puta. Añadiría que en occidente se suele juzgar al culpable activo pero nunca al pasivo.  Al día siguiente de la entrevista televisiva los rotativos franceses imprimían en sus primeras planas "el culpable es aquel que provoca".  Zizou, el héroe de la juventud francesa pasaba de vedette del fútbol a hombre de honor.
Pero sigamos con el juego, que va más allá del magreb, y preguntémonos ¿qué sería de las selecciones nacionales sin los exiliados de alto rendimiento, incosteables en sus economías de origen?  Pienso en el metro-sexual Rafa Marqués, que a sus 30 y tantos años lleva más de 20 viviendo en Europa, seguro que en la intimidad sesea como Hugo Sánchez.  Pero yo sospecho y los que saben insisten en afirmar que el fútbol de hoy no sólo es multiétnico y democrático, como lo marcan los tiempos, también es feminista.


El poema, lo llaman algunos incluso Carlitos
Lo acepto, soy incapaz de ver la poesía del gol de Zidane en el 2002, cuando como parte del Real Madrid se enfrenta al Bayern Leverkusen; en cambio sospecho al ver los medios especializados en deportes y sus comentaristas rodeados de jovencitas, aspirantes a cantante o actriz, que en bikini hablan del fútbol cual verdaderas especialistas. ¿Se han imaginado alguna vez a José Ramón Fernández (o su comentarista local preferido) en tanga hablando de fútbol?    






Qatar ganó la concesión del mundial 2022 gracias al voto de 14 de los 25 miembros.
Zidane participó activamente a favor de esa candidatura.  Pero los europeos 

no estaban contentos, se habló de corrupción y sobornos para obtener los votos; 
incluso Joseph Blatter declararía públicamente que "había informes técnicos de 
la FIFA que alertaban, de forma muy clara, clarísima, sobre las dificultades 
de jugar allí por dos razones: el clima y el tamaño del país." En realidad 
pesa el elemento religioso, Islam acecha. 
Aunque los Europeos se fundaran a partir de las raíces greco-latinas y semitas del cristianismo, siempre han querido eliminar está última, señalándola como una alteridad. 
El Renacimiento, el Humanismo, el Nacional socialismo o la polémica 
sede de Qatar para el mundial 2022 tienen su origen en el rechazo a la raíz semita 
y euroasiática, que también los conforma.   

No es casual que la sede de la federación se encuentre en Zürich, Suiza y que sus presidentes hayan sido todos europeos, con excepción del brasileño Joao Havelange.  De este último caben destacar sus vínculos con Adidas.  Fue Horst Dassler, hijo del fundador de la empresa deportiva y controlador del deporte mundial, quien impulsó su candidatura como Presidente de la asociación.  Fue también un ex empleado de Adidas, Joseph S. Blatter, quien se convertiría en su brazo derecho y después en presidente de la FIFA, no sin cierta polémica.  Dicen que obtuvo su elección con sobornos y prometiéndole al bloque africano una sede a cambio de sus votos.  La promesa se cumplió con el mundial en Sudáfrica 2010.  No dicen, pero sabemos, que su sobrino Philippe Blatter, presidente de Infront Sport & Media AG, es dueño de los derechos televisivos de la FIFA; un jugoso negocio.


Joao Havelange, Jean Marie Weber y Blatter.
Weber fue acusado por el tribunal del Cantón de Zoug Suiza, por haber 

desviado 70 millones de euros por las cadenas televisivas Globo (Brasil) y 
Dentsu (japón) para comprarles los derechos de televisión de las copas del 
Mundo 2002 y 2006.  Los investigadores afirmaron que Weber sólo es 
un eje del sistema de corrupción.

Cómo no ser negocio gracias a la tecnología que se niegan a usar en la cancha –al vicario de Dios no se le impone tecnología-, pero que explotan en la publicidad. Han creado imágenes cardíacas o conmovedoras donde los 11 encarnan una liga de superhéroes que luchan por la belleza del fútbol.  En la explanada, espacio de felicidad, no hay justicia sólo fintas que parecen danzas y goles que saben a victoria de armas.  El todo posible gracias a una pelota y unos zapatos.  El fabuloso Jabulani, un balón marca Adidas diseñado en Inglaterra especialmente para esta copa (según la mismísima NASA impredecible a más de 72km/h), y los sofisticadísimos tenis convierten a estos jugadores en jóvenes ligeros, invencibles y aerodinámicos.  Dicen los expertos, sin embargo, que el último mundial (2010) con notables excepciones (Holanda Vs Uruguay, por ejemplo), tuvo pocos goles y estuvo carente del esperado “juego bonito”; y es que hoy los verdaderos héroes ya no están en la cancha sino en las pantallas de televisión anunciando algo.  Generalmente algún producto diseñado con tecnología primer mundista y consumido por ejércitos de pobres tercermundistas.  Ante tan férrea Cruzada recorriendo continentes y pelotas que dicen salvarnos yo sólo puedo exclamar ¡Que los dioses nos sean propicios! 

También pienso que la salud, la educación, la vivienda y la infraestructura del país son responsabilidad del estado.  Que la única forma de pagar esos bienes comunales es vía la renta petrólera que no debe ser botín de unos cuantos políticos.  Pemex como la tierra y el agua no deben privatizarse.  


*Esta nota fue publicada originalmente en el contexto del mundial 2010 en la revista 400elefantes.  La dediqué en aquel entonces a mis alumnos.  Hoy, con algunos cambios, la dedico a mi vínculo con el fútbol, del cual sospecho y sin embargo la pelota es redonda...  

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