De todas las formas
de vida que nos rodean,
ni una, salvo el
perro, se alía con nosotros.
Es el único ser vivo
que ha encontrado y
reconoce a un dios
indudable, tangible, irrecusable
y definitivo. Sabe a
quién consagrar lo mejor de sí mismo.
Sabe entregarse más
allá de sí mismo. No tiene que buscar
un Poder perfecto,
superior e infinito en las tinieblas,
las mentiras
sucesivas, las hipótesis y los sueños”.».
Maurice Maeterlinck
(Ensayista belga)
CRÓNICAS MESTIZAS;
Una escritora y su perra
Como la tinta y la palabra, 3era parte
Nuestras hermanas las piedras deviniendo arena, como el logo de Tariyata |
Nos cuesta mucho trabajo entender que
en todas las tradiciones espirituales (diferente a las practicas religiosas
aunque vinculadas) subsiste la idea de que venimos a erosionarnos. Nacemos piedra dicen, y llenos de
gozo devenimos arena con el vaivén del mar.
En efecto muchos mitos y ciertos textos de la India aseguran que debemos
encontrar un camino personal donde la erosión (eliminar el ego, la importancia
personal) se convierta en un gozo.
De ella, dicen, nace la Gran consciencia (el Gran espíritu, Tloque
nahuaque, dios, dioses, mente suprema, gran arquitecto del universo, totalidad,
nada...). Insisten, como el Dalai
Lama, que el nombre de la religión no importa siempre y cuando nos convierta en
mejores personas; añado, y nos decante.
Se supone que debemos transitar la
vida entendiendo que el sufrimiento (diferente al dolor) es una idea, que el
dolor (diferente al sufrimiento) es una experiencia transitoria de crecimiento
y que para avanzar debemos aprender a soltar y dejar ir. A todos nos duele la vida porque todos
debemos de crecer.
Abandónate y abandona, dicen los gurús y los sabios; dicen que también lo dijo el Esenio Jesús. Añaden que toda experiencia es personal, no sólo el nacimiento, el orgasmo y la muerte; sin embargo nos encasillamos en la familia, la comunidad, la aldea, la sociedad, la escuela y la época. Nos aferramos a ellos como si fueran baluartes.
Peor aún, introyectamos valores que se convierten en estructuras invisibles que rigen nuestras vidas. Y así vemos a un montón de esposas cuidando al marido enfermo aunque este le haya puesto los cuernos hasta el cansancio.
Abandónate y abandona, dicen los gurús y los sabios; dicen que también lo dijo el Esenio Jesús. Añaden que toda experiencia es personal, no sólo el nacimiento, el orgasmo y la muerte; sin embargo nos encasillamos en la familia, la comunidad, la aldea, la sociedad, la escuela y la época. Nos aferramos a ellos como si fueran baluartes.
Peor aún, introyectamos valores que se convierten en estructuras invisibles que rigen nuestras vidas. Y así vemos a un montón de esposas cuidando al marido enfermo aunque este le haya puesto los cuernos hasta el cansancio.
Curioso caso somos los únicos animales que construyen identidades y artificios para después pagar fortunas en el consultorio frente a un psicoanalista al que le ruegan ayuda para salir de las jaulas costumbristas y circunstanciales.
Quino |
¿Cómo sobrevivieron a estas fiestas tradicionales llenas de expectativas? ¿el consumismo los colmó? ¿Mamá-matriarca se enojó con los cachorros que ya crecieron o aceptó que todo cambia, incluso la estática navidad?
Por fortuna también somos el único
animal que puede cambiar su hábitat, y salir de cualquier estructura mental.
Para ayudarnos en este aparente desgarramiento de la identidad los cakras
develan el camino.
Para la tradición yoguica (que no es
igual al hinduismo aunque abreven en los mismos manantiales), nacemos en
Mulãdhãra y debemos llegar a Sahasrãra.
Parece un camino recto pero en realidad es un círculo, una espiral, una
ondulación pues la energía del cakra número 1 y del 7 es exactamente la misma
sólo que invertida.
En ambos niveles de conciencia subsiste la misma armonía universal, sólo que en el cakra 1 utilizamos a Sakti (la energía en movimiento) para nuestros fines personales y egoístas mientras que en el cackra 7, Sakti (de Sak que significa “tener poder” /poder hacer) se utiliza para entregar “eso” que, cada uno de forma individual, debe regresar al mundo.
En los mitos Sakti es una de las tantas manifestaciones de la diosa de los 108 nombres, reencarnación de Kali y de la mujer primigenea; es también la esposa bienamada de Siva (Shiva). Siva es el dios destructor de la tríada más popular de dioses en la India: Brama-Siva-Visnú.
El viaje inicia en la posición de flor de loto, la posición cómoda,
que nos convierte en un AXIS MUNDI |
En ambos niveles de conciencia subsiste la misma armonía universal, sólo que en el cakra 1 utilizamos a Sakti (la energía en movimiento) para nuestros fines personales y egoístas mientras que en el cackra 7, Sakti (de Sak que significa “tener poder” /poder hacer) se utiliza para entregar “eso” que, cada uno de forma individual, debe regresar al mundo.
En los mitos Sakti es una de las tantas manifestaciones de la diosa de los 108 nombres, reencarnación de Kali y de la mujer primigenea; es también la esposa bienamada de Siva (Shiva). Siva es el dios destructor de la tríada más popular de dioses en la India: Brama-Siva-Visnú.
Lo que parece una línea en realidad es un misterio... |
A simple vista lo que conocemos como
hinduismo tanto en occidente como en México parece un politeísmo repleto de
deidades deformes. En
realidad Sanãtana Dharma (la ley
eterna) como se nombran a sí mismos los que siguen el Bagavad Gita, es un culto monista (no confundir con
monoteísta) que busca la unión de cada ser vivo con la totalidad. Para un gurú todos somos la totalidad,
las plantas, los animales y los seres humanos, y debemos fluir conforme a sus
leyes. Las plantas y los animales
no lo cuestionan simplemente son, actúan y fluyen. Los seres humanos, en cambio, nos asumimos racionales y dividimos la vida en dicotomías irreconciliables. Asumimos tontamente que existe un solo camino en la vida y olvidamos que pensar es una forma del
disentir, que disentir es una forma de encontrar y que encontrar es una forma de fluir con el todo.
Pero no, insistimos en dividir el mundo, en llenarnos de deseos banales y de miedos. Resultado nos inmovilizamos alegando comfort, comodidad, ocio, ignorancia… hasta que llega la enfermedad o la muerte.
Para la ley eterna todo está en
movimiento, en un continuum cambio: nada perece todo se metamorfosea
porque está hecho de la misma substancia.
Oponerse a dicha ley de cambio sólo trae sufrimiento. Pienso en como los modernos nos
enfrentamos malamente a la vejez porque nos aferramos a la juventud, al rostro
sin arrugas y al cabello sin canas.
Cada vez que fluimos aceptando los cambios Sakti se acerca a Siva.
Siva es la idea y Sakti la energía
para concretarla y la concreción de la misma, Siva es la tinta y Sakti la
palabra. La palabra está hecha de
tinta y la tinta no vale menos que la palabra aunque la palabra le de sentido a
la tinta. Cada vez que la tinta
deviene palabra, Sakti y Siva se encuentran y al instante se separan para
volverse a buscar y volverse a encontrar.
En la tradición yoguica Sakti desea
reunirse con Siva al interior de cada uno de nosotros. Para lograrlo utiliza a la serpiente Kundalini, como una
barca que navega al interior de nuestro cuerpo por los 5 cakras. Por supuesto que antes de iniciar el viaje
se requieren algunos requisitos.
El cuerpo es el vehículo por lo tanto
hay que cuidarlo y disciplinarlo, tal como un lobo que no es Alfa se disciplina
dentro de la manada. Nadie lo
corretea, ni le da premios, ni castigos ni le dice “muy bien compadre”,
simplemente lo hace. Pero a
diferencia del lobo, del perro y de los animales la disciplina en el ser humano
cuesta. Actuamos en función de
nuestros miedos o de lo deseado y pocas veces actuamos en función de nuestro
deber. De hecho, en la mayoría de
los casos, ni siquiera sabemos cual es nuestro deber, nuestro Dharma.
Para un gurú, Dharma inicia con el
yoga; para un yogui Dharma empieza con la respiración y la respiración se da en
el cuerpo y el cuerpo tiene el deber de la salud. ¿Física o mental? Preguntarán los más críticos. El gurú, si responde, dirá que cuerpo y mente son lo mismo. Lo mismo, como la tinta y la palabra.
También pienso que si bien los parquímetros desinhiben el uso del automóvil, no son la mejor solución. Tanto el viene-viene como ecopark son formas de privatizar un bien público; la calle. Por ello los recursos deben regresar íntegros a la ciudadanía.
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