martes, 20 de noviembre de 2012

Israel-Palestina, un conflicto que no es religioso, LO QUE PASA EN LA CAMA PASA EN LA PLAZA


Zyanya Mariana


Sólo el sonido permanece


¿Por qué debería pararme? ¿Por qué?
Los pájaros se han ido en busca
de la dirección azul.
El horizonte es vertical, vertical,
una fuente alzándose;
y en los límites de la visión
los planetas brillando tejen
la elevación de la tierra, repitiéndose,
y los respiraderos
se vuelven túneles conectados;
y el día es una inmensidad,
que no abarcan las estrechas mentes
de los gusanos de la prensa
(...)
¿Por qué debería pararme?






Esta nota nació de la indignación; 
pero nunca la hubiera escrito de no ser por la bonhomía de Vidaña, las palabras de Juan Carlos Fernández y Valero, y los cuestionamientos y aportaciones de Jesús Antonio Topete...  
Gracias, no está de más decir que la inteligencia es un acto colectivo.   


Lo que pasa en la cama pasa en la plaza;
Israel Palestina, un conflicto que no es religioso


Los primeros días que Israel bombardeó Gaza y antes de percibir las atrocidades, y la sangre vertida en ese pedazo de tierra sitiada, por las redes sociales circularon todo tipo de fotos. Desde las tradicionales antisemitas que culpan al "judío imaginario", hasta una serie donde se muestran judíos ortodoxos norteamericanos cuestionando la política Israelí.  Hoy, las fotos de la red son mucho más terribles y muestran la barbarie militar israelí sobre una población indefensa. Esta guerra desigual, tres israelíes por 127 palestinos sin contar heridos, la justifican con los ataques de Hamás.  


Más de 50 años de conflicto y es que el sitio palestino beneficia a todos:
 israelíes, árabes, norteamericanos.  Los únicos que sufren son los palestinos. 

  
Los malos contra los buenos, dicen; pero ¿quienes son los malos?  Estoy convencida que convenientemente los medios de comunicación alimentan los odios religiosos (multiplicados, a veces inocentemente, en las redes sociales). Es más fácil legitimar una matanza a partir de luchas religiosas —la prueba es la Biblia que cuenta historias donde el dios de los monoteístas destruye pueblos y personas que desobedecen— a explicar que la matanza de inocentes tiene fines económicos y políticos.  Eso nadie, o muy pocos, lo aceptarían.

¿quienes son los buenos y quienes son los malos?
¿Acaso existe un sólo tipo de judaísmo, de sionismo;
una sola forma de ser judío o israelí?
¿Acaso no somos de donde venimos
sino hacia donde vamos?
Por eso me indigné ante las fotos que reducen la guerra a nombres y religiones y olvidan contextos y humanidades. Las fotos van desde judíos ortodoxos de E.U. que se oponen a los bombardeos afirmando que “el verdadero judaísmo se opone al sionismo”, hasta aquellas donde se muestra un joven judío americano que sostiene una pancarta. En ella se lee: “yo soy judío y me opongo a los bombardeos en Gaza”.  Es cierto que oponerse al bombardeo de Gaza, es un buen principio, pero la frase sigue siendo maniqueísta y mezquina. ¿No deberíamos oponernos a los bombardeos simplemente porque son seres humanos los que están sufriendo?  ¿Y  acaso, nuestra oposición a la política expansionista israelí no debería responder al abuso de una población bien alimentada sobre una población famélica?

No se trata de palabras, ni de ideas sino de acciones...
La discusión no puede, ni debe centrarse en las voces semita, judío, musulmán, sionista, Hamás, Israel, Palestina. Todas esas palabras son utilizadas en el juego mediático de las grandes compañías occidentales de la información. El problema no está en las palabras sino en la acción de bombardear un pueblo sitiado y llevado deliberadamente a la hambruna y el despojo.  

"Cómo sabían que hoy había sopa de queso", 
se pregunta el niño a quien le han cambiado su ración de sopa.   
En su libro Kertész opone la idea de Destino a la de Libertad,
o se vive en una o en otra.  Narra sin tabús cómo los judíos 
en los campos de concentración colaboraban para sobrevivir.  
Ahí, algunos ortodoxos se afirmaban como judíos verdaderos 
y a los asimilados los acusaban de no judíos, como al personaje. 
Quiero sin embargo explicar, dado los equívocos existentes, el origen "mestizo", "híbrido" de Israel (sionista, askenazi, ruso, soviético…) y sus relaciones con el sionismo norteamericano —diferente, más dogmático y el que suele llegar a México—. Un breve contexto, para evitar los fáciles maniqueísmos que sólo alimentan la violencia y,  de paso, para explicar su vínculo con la economía norteamericana. 

El conflicto israelo-palestino no es un conflicto religioso; fue producido por el Imperialismo europeo en Medio oriente, alimentado por la geopolítica norteamericana en la región y, hoy, por mezquinos intereses económicos de muchas compañías, particularmente petroleras. Para su historia habría que remontarnos al siglo XIX, cuando las naciones europeas, sobretodo del centro, querían estados-nacionales. Ahí nace el sionismo moderno, una legítima aspiración decimonónica de la Europa central. Los sionistas eran intelectuales, políticos e ilustrados centro europeos, de origen judío, que querían, como todas las naciones que conformaban el Imperio austro-húngaro, un estado propio.

Fue con el caso Dreyfus (1894-1906) y toda su carga de
antisemitismo, que Theodor Herlz (1860-1904) asume
la importancia de un estado judío
El fundador del sionismo político fue el escritor y periodista Theodor Herlz quien naciera en Budapest, dentro de una familia laica y liberal, y, como kafka, perteneciente a la tradición germano parlante. Rodeado de movimientos seculares, el sionismo se afirmaba como una ideología nacional y no como una religión; aunque Herlz y sus seguidores utilizaran siempre el concepto de "lo judío" (e incluso el antisemitismo europeo latente) para legitimar sus proyectos fundacionales. Nunca hay que olvidar que los idealistas, siempre contradictorios, son capaces de lo sublime y lo miserable a la vez (como todo ser humano).  
El sionismo no fue popular en sus orígenes siempre hubo judíos que se opusieron, sobretodo algunas corrientes ortodoxas que sabían y saben, porque si leyeron la Torá, que el judaísmo es una religión nómada y no sedentaria (aunque de florecimiento urbano en Europa); por eso Yahvé prefiere las ofrendas de Caín sobre las de Abel. 


Una vertiente del judaísmo ortodoxo se opone al Estado de Israel,
entiende que su fundación responde a intereses nacionales y no religiosos.

Los sionistas negociaron la creación de un Estado-nacional, gracias a sus prebendas intelectuales y económicas; pero Europa antisemita como era, y ha sido, no quería escuchar ni siquiera la probabilidad de un estado judío dentro de su territorio (que hubiera sido más lógico).
Como paréntesis cabría recordar las viejas raíces antisemitas de Europa. Como son largas y profundas sólo voy a señalar dos datos culturales: 1) El famoso Renacimiento, además de sus virtudes artísticas, fue una lucha política en contra de la iglesia no tanto como institución sino como ideología semita, importada de oriente, que había sometido a la tradición aria, representada por el arte grecorromano.  2) Si quitarse el polvo del desierto lo iniciaron con el quattrocento italiano, el climax de sus deseos antisemistas lo logró Europa al erradicar, en el siglo XIX casi por completo, cualquier indicio semítico (arameos, palestinos, libaneses, fenicios, judíos, sefardies...) de la historia oficial. En las etapas históricas propuestas en el XVIII por Voltaire se pasa de Grecia a Roma y de Roma al Renacimiento como si no hubieran existido otros pueblos. Conservamos popularmente la idea de que Grecia es la madre cultural de Europa (aunque no sea cierto).





Familia de campesinos palestinos, principios del siglo XX

Los eruditos europeos, dentro de sus grandes instituciones y escuelas, construyeron una Europa imaginaria descendiente directa de los griegos, con vínculos con un Egipto blanco donde Nefertiti se convirtió en "la aria Nefertiti”. Ignoraron y suprimieron de la historia a los Fenicios y sus aportaciones.  Bueno, aceptaron por culpa de Cadmo y Heródoto, que eran un pueblito de barqueros que transmitieron el alfabeto. Lo cierto es que la cultura Fenicia y, sus hallazgos, así como los grandes linajes faraónicos negros y cretenses fueron eliminados de la historia. ¿Cómo aceptar que el perfil de Cleopatra y Nefertiti no eran caucásicos?        

Pero regresemos al sionismo. Como cualquier ideología, el sionismo carga las taras de su época. Sus miembros, judíos europeos (blancos barbados monoteístas ilustrados con propiedad privada), no eran menos racistas que un lord inglés o un ilustrado vienés. Como cualquier parisino se sentían el pináculo de la cultura y la civilización.  Por eso se dieron el lujo de comparar y elegir entre las posibilidades ofrecidas por los ingleses para fundar un Estado. Entre ellas, África y el famoso "proyecto Uganda” en la actual kenia o el Congo; Baja California en México y Argentina. Como buenos racistas Herlz supuso, a la poco poblada Argentina como la propuesta más interesante; comparando el territorio sureño con las ventajas de la Palestina, vieja provincia sirio-palestina del Imperio otomano y colonia inglesa en ese momento. Sin embargo "los dados tiraron" para Palestina...  
Cabría recordar que en todos los territorios ofrecidos por los ingleses —sobre todo en los más interesantes como Argentina, Uganda o Palestina— había población, pero el imperialismo inglés interesado más en el petróleo y la geopolítica suponía que no había problema en ofrecer un territorio afín a sus intereses. Huelga decir que en esa misma época, con el acuerdo de Achnacarry, se fusionan las famosas 7 hermanas: Grandes compañías petroleras que hasta el día de hoy controlan gran parte de la economía mundial.

El baron Edmond Rothschild fundador de la casa
francesa, casado con su prima Adelaida Rothschild,
de la rama napolitana.  Compró tierras en la región
 desde 1882, le llamaban el príncipe palestino y
era profundamente religioso.
Además, el sionismo contaba con el apoyo de una importante familia de banqueros, de origen judíoalemán elevados a la nobleza, los famosos Rotschild quienes financiaron la inmigración en secreto a Palestina.  Habría que decir, que los ingleses nunca se opusieron a las aliyot (inmigración judía-europea a territorio Palestino) porque la preferían a la  migración masiva judía que, huyendo de la disolución del Imperio otomano, de los pogrooms y posteriormente del nazismo, había llegaba a Inglaterra. Mucho Churchill y puro y democracia, pero el gobierno británico estaba asustado, seguían siendo antisemitas. Así que después de Auchwitz-Birkenau usaron su diplomacia, la rentable culpa y el capital de los Rotschilds para presionar la instauración de un "Estado-Nacional Judío" en Palestina.

Los Falashas, judíos etiopes, hablantes del Amhárico, segunda lengua semítica,
en número después del árabe;  y lengua oficial en Etiopía

Hubo cuestionamientos de parte de la población que habitaba Palestina, pero nadie dijo nada.  Al fin y al cabo los palestinos eran semitas ¿y los sionistas? Bueno, los sionistas eran casi europeos, occidentales del oriente eslavo europeo.  
Este racismo de origen reapareció con la migración judía etíope (Operación Moisés, 1984). ¿Eran negros cómo era posible que fueran judíos? Pero el sionismo que se quiere nacional y religioso tuvo que aceptar a regañadientes esa migración. Por supuesto que socialmente son los grupos más pobres, excluyendo a los palestinos, en la escala económico-política del Estado de Israel. Muy bien podríamos decir que la jerarquía es más o menos la siguiente: Asquenazíes (origen centro-europeo); Sefardíes (origen España y Portugal), Mizrajíes (los más ortodoxos y de origen heterógeneo aunque mayormente de Medio-oriente) y Falashas (origen etiope).  


Judíos rusos después de la revolución rusa en 1917. Es notable la continuidad del
atuendo como parte de la identidad. Aunque Stalin promovió una república,
el Oblast judío, conocido como Birobidján y con el Yidish como lengua oficial,
nunca pudo competir con el proyecto Palestina. 

Hasta el día de hoy quienes controlan la política en Israel son hijos de la migración europea asquenazi y de la migración rusa. Los inmigrantes rusos no sólo son la inmigración numéricamente más importante, sino también simbólica. Al migrar llevaban entre sus costumbres tácticas de guerrilla y defensa que hoy usan como discurso ante los palestinos: “Sólo nos estamos defendiendo” dicen y la mayoría de la población lo cree.  La credibilidad proviene de los "montajes de la violencia", casi un espectáculo de shock creado por los medios (No sólo usado en Israel también se usa en México).  
Los rusos no eran ningunos advenedizos, habían sobrevivido a los pogrooms, a la Revolución rusa y sus guerras intestinas. Además muchos estaban asimilados culturalmente, algunos ni siquiera eran judíos (las leyes migratorias de Israel favorecen la migración proveniente de Rusia) y muchos eran soviéticos y socialistas por eso crearon los famosos kibutz (con antecedentes en Tolstoi y, por supuesto, en la organización del campo propuesta por Lenin en sus planes de desarrollo quinquenales), y recrearon el hebreo. 
El hebreo actual del Estado de Israel es una mezcla de antiguas palabras hebreas, antes sólo usadas en la liturgia, con la estructura gramatical del ruso. Un punto más, muchos Kibutz a pesar de su origen igualitario e incluso libertario, están asentados sobre antiguas tierras árabes o palestinas confiscadas. No hay mejor policía fronteriza que un campesino propietario de tierras limítrofes, dice el refrán, y lo sabe España frente a las migraciones del norte de África.

Con la pujanza económica norteamericana, la necesidad del petróleo y los dictadores árabes pro occidentales, los palestinos dejaron de ser interesantes. Eran sunitas, la fracción más numerosa entre los musulmanes, y premodernos; vinculaban como en los orígenes del islam religión, economía y ley. En cambio, los sionistas eran blancos, laicos y modernos  ¿Qué mejor control de la región que un peón occidental en las puertas del islam árabe y petrolero? Por si fuera poco, estaban vinculados a la política y economía norteamericana y, por supuesto, a los organismos internacionales. Si Kissinger tejió gran parte de la política exterior de nuestro vecino norteño, Wolfowitz y sus secuaces (Perle, Feith, Zakheim, Soros) tendían los hilos entre organismos internacionales, deudas del Tercer mundo, guerra y capital financiero a través del lobby israelí y la industria armamentista.
El actor Charlton Heston presidiendo
la Asociación Nacional de Rifle con antecedentes
en el Ku klux Clan.  Este 2012 la poderosa institución
apoyó la candidatura de Romney para la presidencia 
Rápidamente mis lectores dirán, claro son judíos, a lo que yo responderé: -No, algunos son de origen judío pero son fundamentalmente grupos pertenecientes a variantes del  sionismo norteamericano, que no es lo mismo, y otros son WASP (white anglosaxon protestan) con orígenes en el Ku Klux Clan. 
No actúan solos, los acompañan personajes cristianísimos como G. W. Bush o Condolezza Rice. Y los que no son aliados tampoco son opositores como Obama. Pues ¿quién se opondría al poderosísimo lobby de las armas en EU? Guerra y reconstrucción son las dos caras de la economía mundial capitalista que copta a todos: a los dictadores árabes y a mí, que escribo en una computadora hecha con petróleo.

El asunto es tan sutil y tan invisible que nadie responde a la pregunta ¿quién produce las armas que usa Hamás? ¿de dónde viene la comida que se consume en Gaza? ¿por qué no matan a los palestinos y se quedan con la totalidad del territorio? Sería más humano que tenerlos ahí sitiados y muertos de hambre  ¿por qué mataron al líder negociador de Hamás? ¿No será que necesitan un enemigo para legitimar su existencia? Puedo ir más allá y preguntar  ¿Si no existiera Hamás qué excusa tendría Israel para producir armas? lucrativa industria que detentan sólo 17 países (EU; Reino Unido, Rusia, Francia, Alemania, Italia, Suecia, Israel, Australia, Canadá...) ¿Qué excusa tendrían, de no existir el  enemigo palestino, para controlar las divisiones internas o acallar los cuestionamientos de los disidentes? Cuanto paralelismo con nuestra guerra mexicana en contra del narcotráfico. Lo único que el mundo árabe debe aceptar es que gracias a los palestinos, sus fronteras y población están a salvo de las armas de Israel. Por eso nadie dice nada porque a todos les conviene que exista Hamás y una Gaza sitiada.


Ahmed Yabari, comandante del brazo armado del grupo palestino Hamás asesinado
el miércoles 14 de noviembre y 2012.  Algunas periodistas del NY times como Gershom Baskin,
cuestionan la decisión e incluso la acusan de irresponsable.  

El problema no es la religión como diría Hannah Arendt (berlinesa de origen judío) sino la banalidad del mal que ha hecho del holocausto, añade Bauman, un hecho cotidiano.  El sociólogo polaco en su obra "Modernidad y holocausto" afirma que matar a una población en el mundo moderno se ha vuelto simplemente rentable. No importa si son jabones o seres humanos lo que importa es usarlos y convertirlos en dinero.  Por eso no existe “el judío verdadero” y “el judío no verdadero”, “el musulmán bueno” y “el musulmán malo”, “el judío, cristiano o budista bueno y el cristiano, judío o shintoísta  malo”.  Las religiones son ideas, abstracciones, no actos y los seres humanos somos nuestras acciones.  
 
Además las ideas (judaísmo, cristianismo, islam o masonería, budismo, shintoísmo o hinduismo) no son responsables de las acciones de sus creyentes. Hay muchas maneras de interpretar la Yihad; sobretodo sabiendo como poeta que venimos a erosionarnos, a transformarnos de piedra en arena por el oleaje del mar. Insisto, no somos de donde venimos sino hacia donde vamos, y el camino está hecho de nuestras elecciones y acciones. Todos, independientemente de su credo y nacionalidad, somos capaces por contexto de las peores barbaridades o los actos más sublimes. Por eso lo que nos diferencia a unos de otros son nuestras elecciones y actos presentes.



Gaza, la sitiada, la enferma donde no hay flores ni olivos...

Los bombardeos a Gaza me recuerdan la anécdota atribuida a Salomón, cuando dos madres le piden justicia por un bebé. Una de ellas había recién perdido al suyo y quería apropiarse del otro bebé. "Si ambas tienen derecho sobre el bebé dividanlo", dicen que sentenció el sabio juez.  La verdadera madre, por supuesto, prefirió ceder a su hijo a verlo morir divido. Así supo el rey Salomón a quién realmente le pertenecía el bebé. Con los bombardeos, el sitio a Gaza y los olivos desterrados, pareciera que muchos israelíes militarizados prefieren la tierra muerta y baldía a dividirla. 


El músico argentino de origen judío ruso, Daniel Barenboim
y el pensador palestino exiliado en EU, Edward Said, crearon
la fundación barenboim-said donde jóvenes músicos
israelíes y palestinostocan y conviven en una misma orquesta.

Para saber más del sionismo recomiendo los textos del filósofo y sociólogo francés Maxime Rodinson (1915-2004). Son muy polémicos, pues aunque judío fue señalado como antisionista y propalestino; sobretodo en 1972 al escribir una definición del sionismo para la enciclopedia francesa Universalis.
Sus dos argumentos principales, todavía vigentes, son: 
1.) El sionismo político impone una identidad y una ideología nacionalista y 
2.) judaíza territorios expulsando y dominando palestinos.
http://assr.revues.org/20702?lang=es


También pienso que dada la diversidad de nuestro país es necesario refundarnos como un país plurilingüe. Que de las 53 lenguas indígenas que sobreviven hasta el día de hoy, se elijan 5 y junto al español se conviertan en nacionales; que se le exija a todo profesional hablar su lengua materna, una de ellas, además del castellano.  Es fundamental, por otra parte, que nuestra capital recupere con su nombre México Tenochtitlán, su vieja vocación de grandeza.
Zyanya Mariana




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