martes, 6 de noviembre de 2012

Fiesta de muertos, Judas y otras cosas; LO QUE PASA EN LA CAMA PASA EN LA PLAZA

Zyanya Mariana

 Yo lo Pregunto
Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:
¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?
Nada es para siempre en la tierra:
Sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea de oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
Sólo un poco aquí.
Nezahualcoyotl, Tlatoani Texcocano



A mi tía Ana, por su pronto viaje

Fiesta de muertos, Judas y otras cosas;
LO QUE PASA EN LA CAMA PASA EN LA PLAZA


El día de muertos es una fiesta viva. No es un dogma, ni una liturgia, ni un protocolo con inercias y formas establecidas.  Como todo lo vivo es cambiante e incluyente.  Cada quien la entiende de manera diferente desde su origen, rural o urbano, hasta su denominación.  Algunos le llaman altar para hincarse frente a la muerte cual si fuera un dios; otros en cambio le llamamos ofrenda para reverenciar a los muertos que vienen "del cerca y del junto" a visitarnos.


Ofrenda dedicada a la Décima Musa en el Claustro de Sor Juana, 2012


Instalación del 1 de noviembre y 2012 en el muro fronterizo:
Mexicali BC con Calexico CA EU.
Es muy posible que ese equívoco vital le permita a una sola instalación de flores y calacas juntar historia, denuncias sociales y políticas,  cultura, tradición y juego a los viejos ritos vinculados al solsticio de invierno.




Tzompantli, de "pantli" hilera y Tzontli "cabeza", cultura Mexica
Museo del Templo mayor


Ofrenda rural estilo Yahualica,
Hidalgo 2012
Para el calendario prehispánico en noviembre o en la veintena Quecholli las Tianquiztli (las Pléyades como las conocían los nahuas), reaparecen en el oriente anunciando el fin de la época de lluvias y el inicio de los días oscuros; cuando el sol muere.  Lo mismo pensaban los celtas que a finales de la cosecha, en la estación oscura cuando los días son más cortos, se vestían con máscaras para ahuyentar a los malos espíritus que fácilmente podían atravesar la línea que separa este del otro mundo.



Tzompantli moderno,
Museo de Antropología e historia


Ofrenda rural donde se mezclan,
sin pudor ni vergüenza, todas las tradiciones

Foto Ana María Maldonado

De la primera nos queda el culto a los antepasados y las flores naranjas de mil pétalos, blancas  como nubes y carmín.  Algunas poblaciones sacan los huesos de sus abuelos para limpiarlos, otros decoramos la ofrenda con calaveritas de azúcar, pan de muerto, chocolate o amaranto rememorando un tzompantli de guerra o un mictlán.  Los cráneos dulces recuerdan las imágenes de Huitzilopochtli que se hacían con amaranto, sangre o miel de maguey en esta temporada.


Jack o' lantern o el fuego fatuo de jack
De la tradición celta fusionada con la católica y después con el protestantismo norteamericano, que sembraba calabazas domesticadas en estas tierras, nos llegan las cabezas sonrientes de Jack, las brujas malévolas (como las de Salem) y los niños pintados pidiendo dulces, truco o calaverita.  Junto a ellas la cristiandad con sus fieles difuntos y las fotos de los que iniciaron el viaje, al junto y al cerca, antes que nosotros.
    



Imagen de las Redes Sociales
donde el chovinismo tuerto se enfrenta a la otredad

"Estaba la niña sentada
esperando a que una mosca pasara
pero de tanto esperar, la muerte pasó
¿Qué haces niña? le preguntó
Nada, ella respondió
Y la Muerte con la duda se quedó.
(Calaverita popular)
La  ofrenda de muertos es un jarrito donde todo cabe sabiéndolo acomodar.  No a todos, por supuesto, les gusta este acomodo y en las redes sociales la pugna se revela “Estamos en México cabrones y aquí se festeja el día de muertos”.  Curioso arranque chovinista que olvida que hubo un tiempo en el que las élites mexicanas consideraban las calaveritas literarias, la fiesta de muertos y sus ofrendas como una expresión de pobres, excluidos o indios que en el mejor de los casos sólo servía para el folclor buscado por los turistas.  "Eran políticos garbanceros", como originalmente se llamaba a la huesuda de sombrero de plumas de avestruz, mejor conocida por el nombre que posteriormente le diera Diego Rivera: la Catrina.



En 2013 se cumple 100 años de aparecida la catrina Garbancera. A principios de siglo, particularmente en la zona del bajío, se le llamaba Garbancera al que vendía garbanzos y teniendo sangre indígena se asumía español o francés (en el porfiriato). En realidad personaje muy popular en la tradición lúdica mexicana. Posada, el caricaturista la representó como mujer  "...que en los huesos pero con sombrero francés con sus plumas de avestruz."

La garbancera no es producto de la gran inventiva de Posada (que la tenía), y su aparición no es fortuita.  Forma parte de los personajes que a partir de la conquista y hasta el día de hoy se creen europeos aunque tenga sangre mestizada corriendo por sus venas.  Durante la colonia se inventaban linajes españoles, durante el porfiriato se creían descendientes directos de Luis XIV y hoy se creen modernos y tecnológicos como los norteamericanos.  Es por eso que durante el salinato y el zedillismo, los gobiernos tecnócratas por excelencia con una burocracia educada en EU, mientras la Secretaría de Turismo promovía las tradiciones de muertos en Michoacán la de Educación eliminaba el 2 de noviembre como día feriado nacional.  



El nombre de "La Catrina" es producto del muralista Diego Rivera, quien la vistió elegantísima,
con una serpiente emplumada al cuello, y junto a su creador José Guadalupe Posada en el mural
"Sueño de una tarde dominical en la Alameda" 1946-1947 

Estos neoliberales en el poder pensaban (y piensan) que el hombre se forja solo. Es normal pues se asumen hijos de la cultura del "self made man" y nada le deben a los antepasados y menos a los antepasados mexicanos.  Quizás por eso vendieron la tierra con tanta facilidad, fomentaron que las élites mexicanas hablaran inglés casi como lengua materna y firmaron tratados donde los hombres y las mujeres de maíz, indios y mestizos, estábamos excluidos.

  
Macario, Ignacio López Tarso comiendo con la muerte
Macario, 1959
Como querían ser gringos y vivir el progreso nunca leyeron a Macario de Bruno Traven, ni supieron de Posada, ni los obligaron a componer calaveritas en la primaria...  Pobres políticos ricos, cuando niños nunca los sentaron frente al televisor a ver como Ignacio López Tarso dividía su pollo con la muerte.  Esos niños “bien” educados en las mejores universidades norteamericanas nunca imaginaron que la UNESCO incluiría en el 2003 la fiesta de muertos como " patrimonio intangible de la humanidad".    Entonces la fiesta tuvo permiso y hasta Televisa sacó promocionales.  



Cosecha de Cempasúchitl, la flor de los 400 pétalos

Niña de primaria maquillada como 
calaveritade azúcar y vestida de bruja.
A mi hija le encanta el Halloween.  Como a ella le gusta tanto pedir como dar yo compro dulces para los que tocan a la puerta de mi casa el 1 de noviembre. A los niños les damos su calaverita mientras los invitamos a ver la ofrenda que hemos levantado a los abuelos.  Algunos puristas de escuelas privadas y bilingües se enojan y afirman que el verdadero día para pedir dulces de Halloween es el 28 de octubre.  Olvidan esos pubertos de colegios particulares bilingües que el 28 de octubre el fuego fatuo de Jack debe compartir su reino con San Judas Tadeo, el santo de las causas difíciles y desesperadas. 

San Juditas Tadeo, Las Gracias te bengo a dar Por librarme de Dificil
Situación y poder esconderme a tiempo para que mi conpadre no me encontrara
con su mujer en su cama teofresco este porque el nunca se entero que
le poniamos los cuernos Jurando que no lo buelva hacer.
Perdoname pero el cuerpo es devil. G.R. Tacubaya, Mexico 1989 

Rumbo a San Hipólito, la iglesia que cada 28
se llena de fieles devotos de San Judas Tadeo
Este año se mezclaron en la noche del sábado 27 y la madrugada del 28 las dos veneraciones.  En Reforma, cerca del Ángel jóvenes borrachos y alegres disfrazados de espantos, de catrinas y vampiros pululaban junto a procesiones venidas de los conurbados defeños.  Cada año feligreses, creyentes, tepichulas y reggaetoneros en su mayoría menores de edad, salen la madrugada del 28 de Iztapalpa, Nezahuálcoyotl, los Reyes, Chimalhuacán, Naucalpan, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza y Gustavo A. Madero para  llegar en la mañana al templo de San Hipolito (cerca de metro Hidalgo) a cantarle las mañanitas a San Judas Tadeo; por supuesto que después del canto se echa desmadre y se liga.
  
Tepichulas en San Hipólito cargando a San Judas Tadeo 
Todos se apropian de la ciudad; catrinas, calacas, vampiros, fieles, zombies, reggaetoneros o tepichulas son jóvenes aunque no todos tienen los medios (libros, computadoras y porvenir) para tomar la calle gritando Yo soy 132.  



Tlatoani y chofer de camión  junto al Ruta 100

  
También pienso que dada la diversidad de nuestro país es necesario refundarnos como un país plurilingüe. Que de las 53 lenguas indígenas que sobreviven hasta el día de hoy, se elijan 5 y junto al español se conviertan en nacionales; que se le exija a todo profesional hablar su lengua materna, una de ellas, además del castellano.  Es fundamental, por otra parte, que nuestra capital recupere con su nombre México Tenochtitlán, su vieja vocación de grandeza.


Altar de la Guadalupe con ofrenda tradicional,
en el piso los cuatros puntos cardinales hechos con semillas
agua y cal para que la visita deje sus rastros...
Foto ZM
Detalle
Ofrenda en el muro de un negocio, Ciudad de México 2012, Foto ZM

Zyanya Mariana


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